PEDRO SANCHEZ, NO CUELA

Pedro Sanchez, Secretario General del PSOE (no me tengo claro si de la coalición anticonstitucional PSOE-Podemos), inicia su carrera hacia la moncloa envuelto en la bandera nacional. Ya sucedió lo mismo en el Ayuntamiento de Madrid donde como sabe todo el mundo, Carmona también se vistió de constitucionalista y moderado, tratando de competir, no ya con Ciudadanos, sinó con Esperanza Aguirre por el voto de centro-derecha, lo cual es muy legítimo por cierto. Todos sabemos también donde acabaron esos votos moderados y constitucionalistas: en la extrema izquierda antisistema.  Esto mismo sucede en ciudades como Barcelona, Valencia, Zaragoza, Santiago de Compostela y La Coruña entre otras.

Esto, lejos de ser casos  aislados, forman parte de una estrategia de la extrema izquierda con el objetivo de liquidar la constitución. He escuchado a Vicens Navarro decir que es necesario abrir un proceso constituyente que tiene que ser consensuado por los partidos de izquierda "incluso con una parte del PSOE". Hemos escuchado a Pablo Iglesias hablar del fin del proceso constitucional del año 78 y la necesidad de abrir un proceso constituyente. Hemos escuchado a un Beiras exultante decir que estas elecciones significarán el" fin de la segunda restauración borbónica" y que espera que despues de las elecciones generales "no se forme ningun gobierno, sinó que se habra un proceso constituyente".

El mismo twit de Errejón cuando habla del nucleo irradiador y los aliados laterales seducidos, va en el mismo sentido.

La bandera que envolvía ayer a Pedro Sanchez, es la bandera constitucional, surgida de la Ley para la Reforma política, redactada por Torcuato Fernandez Miranda e impulsada por Adolfo Suarez previo "Ara kiri" de las Cortes Franquistas.

Esa bandera que envolvía a Pedro Sanchez es la  bandera de la unión, de la reconciliación, la del fin de las dos Españas.

Esa bandera es la que ha posibilitado ver sentados en la misma mesa, hablando y no a tortazos, a Santiago Carrillo y a Manuel Fraga Iribarne; y ninguno de los dos llevaban en su cuerpo un tatuaje con la palabras ODIO o VIOLENTO, al contrario de lo que está  ocurriendo hoy en algunos consistorios.

Por último, a mi me ha gustado la presentación de Pedro Sanchez, he de reconocerlo, la presentación de un socialemócrata moderado,  la presentación de un hombre de estado, la presentación de un constitucionalista con la bandera constitucional de la Monarquía Parlamentaria que ha votado en masa el Pueblo Español en 1978.

Pero claro, eso son solo gestos, y los hechos dicen todo lo contrario: Pedro Sanchez (el aliado lateral seducido) está con los antisistema y los aúpa a las alcaldías de las principales ciudades de España.

 Si quiere Pedro Sanchez que le creamos, deberá poner fin a los pactos con los antisistema en todas las ciudades donde se han producido. Mientras tanto,a mi no me la pega.